LAS DOMESTICADORAS

Salinas Ha entrado la España de Franco, Cartel del Auxilio Social, Papel litografiado, 1937. Colección de Carlos Velasco (www.loscarteles.com) | Revista Mater Admirabilis, Año XXXVI, núm.65, dedicado al centenario del Sagrado Corazón de Chamartín de la Rosa (1859-1959), Madrid 1 de mayo de 1959. Colección de Cristina Molina Petit (CMP)

Libro Sección Femenina de F.E.T y de las J.O.N.S hacia 1940. Colección particular.

Tras la guerra civil y con la desaparición de la República, el papel social y cultural de las mujeres registra un terrible retroceso. La dictadura se organizará en espacios y figuras claras: las mujeres honradas y las mujeres caídas. Entre estos dos estereotipos, una serie de personajes —monjas y falangistas— serán los encargados de la domesticación de las niñas a través de la educación física y moral.

El franquismo desarrolla un doble modelo represivo, uno para los hombres, adherido al modelo fascista; y otro para las mujeres, referido sobre todo al modelo católico más tradicional, que le sirve para legitimarse y en el cual la gente ya estaba adiestrada, salvo el corto lapso de la Segunda República.

La idea es que las mujeres son frágiles y no delinquen sino que pecan, fundamentalmente en términos de pecados de la carne, pecados sexuales. Para evitarlos y crear mujeres dóciles y castas al servicio del varón y de la patria, las monjas del Sagrado Corazón educaban a las élites femeninas en la humildad, la piedad, la virginidad, la laboriosidad y el sacrificio durante la dictadura,  que también de vez en cuando promovía casos ejemplares de niñas santas, como el de Josefina Vilaseca, para apuntalar la religiosidad de las masas y el modelo de feminidad subordinada.

La Sección Femenina de Falange, dirigida por Pilar Primo de Rivera hasta su fin en 1977, recibirá el «encargo» oficial de formar a las mujeres españolas —niñas, jóvenes y adultas— en todos los campos de actuación —trabajo, cultura, deportes y educación—, convirtiéndose en la única organización institucional dedicada a las mujeres durante la dictadura. La Sección Femenina abogó por la construcción de una feminidad abnegada, de esposas, madres y amas de casa sin tacha. Sin embargo, los mandos de la organización formaban una comunidad de mujeres independientes, solteras y sin hijos. Aquí radicaba su principal contradicción, de la que se hace eco la cultura visual presentada y que tiene que ver con el mando, la acción y la masculinidad, muy alejada de los valores tradicionales que promulgaban.

P. José Riera (textos) y J.M. Ramón (dibujos), Josefina Vilaseca. La nueva Goretti, Revista Juvenil Camino, Vich, 1953. Colección particular.

Josefina Vilaseca y Alsina

Josefina era una niña de 12 años nacida en Horta d’Avinyó, que el 4 de diciembre de 1952 fue víctima de un intento de violación. Gravemente herida, fue trasladada a Manresa, donde murió al cabo de tres semanas. La noticia de su muerte tuvo un gran impacto emocional en el país y acudieron miles de personas a su sepelio. La coincidencia en el tiempo con el proceso de canonización de la niña italiana María Goretti, muerta en circunstancias parecidas, y las prédicas propagandísticas del nacionalcatolicismo, explican la dimensión social de aquel hecho. Convertida en mártir, ya que murió por salvar su castidad, actualmente su caso está en proceso de beatificación, impulsado desde el Obispado de Vic.