INDIVIDUAS DE DUDOSA MORAL

Revista L Ilustration (Guerre civile en Spagne), enero 1937, Deuxieme Album | Artículo «Liberatorios de prostitución» y «Romance de "La Libertaria"» por Lucía Sánchez Saornil, revista Mujeres libres. Antología 2012, Madrid, Confederación General del Trabajo, 2012. Cortesía de José María Oterino, CGT | López Ibor (dir.) El libro de la vida sexual, Barcelona, Ediciones Danae, 1973. Colección particular.

El cuerpo de las mujeres fue considerado en el franquismo, con la ayuda de la ideología católica, un elemento contaminado y pecaminoso y un ámbito sobre el que actuar continuamente. Se utilizaron ideas morales, estructuras jurídicas o instituciones supuestamente protectoras para represaliar, castigar, someter, reeducar e invisibilizar a las mujeres, que nunca dejaron de ser para el régimen individuas de dudosa moral.

El bando franquista no se limita a ganar la guerra. Asesina y encarcela a las mujeres republicanas o a aquellas a las que acusa de haber colaborado con el enemigo —a menudo hermanas, esposas, madres—; también a las prostitutas y a las estraperlistas. Presas políticas y presas comunes conviven, no siempre armónicamente, en cárceles y hospicios tutelados por órdenes religiosas. Así, delito y pecado siguen unidos en el caso de las mujeres, y al terror político se une el moral.

Casi todas las represaliadas son pobres, con un clasismo que será uno de los rasgos del franquismo. Las vejaciones, el rapado, el ricino, el escarnio público, amén de las violaciones y los robos de sus hijos son formas del castigo femenino.

Mientras el país se convierte en «un gran prostíbulo», fruto del hambre y la miseria, nacen nuevas técnicas y estudios psiquiátricos que trabajarán sobre la perversión moral (Vallejo Nágera) y la naturalización de la sumisión femenina, puntal del Estado franquista (López Ibor).

En las antípodas, el médico Serrano Vicéns descubrirá una vida sexual secreta en las mujeres de la posguerra, recabando reveladores datos sobre masturbación, relaciones extramatrimoniales y homosexualidad femenina.

Muchas mujeres lograron vivir en los márgenes de la norma una sexualidad no adecuada. Algunas rebeldes sexuales lograron amar a otras mujeres burlando el mandato franquista para la sexualidad femenina, aunque ya desde comienzos de siglo aparecen nuevas formas de sexualidad en novelas como Zezé (1909) o historias particulares como la de Elisa y Marcela, que se casaron en 1901.

Fotografía de boda de Marcela y Elisa (Mario), por Sellier, 1901.

Elisa y Marcela

En 1901 una pareja de mujeres, Elisa y Marcela, se casó por la iglesia en A Coruña. Para poder hacerlo, Elisa se travistió de hombre, cambiando de aspecto y nombre a Mario. Tres meses después fueron descubiertas, la justicia las persiguió y la prensa se ensañó con ellas, caricaturizándolas. Acabaron sus días en Argentina, donde se pierde su rastro. Célebre caso en su momento, la mismísima Emilia Pardo Bazán reconoció que nunca habría sido capaz de imaginar una novela semejante.

Narciso de Gabriel,  Elisa y Marcela: más allá de los hombres, 
Barcelona, Libros del Silencio, 2010.

Ángeles Vicente, Zezé, Madrid, librería de Fé, 1909.

Zezé

Ángeles Vicente fue una pionera entre las escritoras progresistas de principios del siglo XX en España en el tratamiento de temas como el de la sexualidad femenina. La novela Zezé constituye, además, el primer relato de autoría femenina que, en España, narra experiencias lésbicas. A excepción de los géneros erótico-pornográficos, las relaciones afectivas entre mujeres no son frecuentes en la literatura española del primer tercio del siglo XX. Entre las excepciones se cuentan Ramón Gómez de la Serna en la novela La Quinta de Palmyra (1923) y Carmen de Burgos, Colombine en el relato Hasta renacer.

Ángela Ena Bordonada, edición y prólogo a la novela Zezé,
Madrid, Ediciones Lengua de Trapo, 2005.

Amanecida en acampada, años 50. Archivo de Matilde Albarracín.

Lesbianismo en la Barcelona de los ‘40 y ‘50

En la Barcelona de los años cuarenta y cincuenta, mujeres de origen popular y obrero se juntaban con otras de clases más pudientes, artistas y gente de la farándula, así como con varones homosexuales, con el objetivo común de disfrutar de un espacio de libertad sexual. Invisibles para la mayoría, manejaban códigos secretos de mutuo reconocimiento. Hacían acampadas, ligaban en la Barceloneta, organizaban fiestas, frecuentaban locales a los que convertían en «de ambiente», visitaban burdeles y fundaban familias que hoy llamaríamos «alternativas». La zona del Paralelo barcelonés se reveló como un lugar privilegiado para sus encuentros.

La sexualidad femenina, París, Ruedo Ibérico, 1972.

La sexualidad femenina

Serrano Vicéns, médico de familia, realizó 1417 entrevistas a sus pacientes en las décadas de 1940 y 1950, pero solo en 1971 pudo publicar los siguientes resultados:

  • La masturbación solitaria representa en la mujer soltera española la principal fuente de desahogo sexual.
  • Un 31,2 % de las mujeres casadas hasta 45 años había practicado alguna vez el coito fuera del matrimonio.
  • Un 66,5% de las mujeres solteras había tenido deseo de tener relaciones lésbicas con una amiga o conocida, pero solo el 32% lo llevó a la práctica. Para un 20% fue una experiencia única, el 80% restante repitió.

Méndez Álvarez, «—Chica, estoy desesperada ¡Voy ya por el quinto hijo!/ —Pues si te pones así yo puedo ayudarte para que no tengas más... la misma música pero sin instrumento!», 1920.

Sicalipsis de la tortilla

La representación del lesbianismo en la sicalipsis del primer tercio del siglo XX en España «se articula en torno al concepto de tortilla[(...) el uso extendido de la tortilla como símbolo del lesbianismo tiene un origen incierto, que podría deberse al sonido producido por el vuelta y vuelta, o derivarse del galicismo tortillé (del latín tortiliare, torcer), y así estar entroncado genealógicamente con el término queer».

Tatiana Sentamans, «Higos, plátanos, tortillas y otros tropos. Apuntes para un análisis del imaginario de la mujer como sujeto activo a través de la ilustración sicalíptica del primer tercio de siglo xx» en Raquel Osborne (ed.), Mujeres bajo sospecha (Memoria y sexualidad, 1930-1980), Madrid, Fundamentos, 2012.