¿LAS LIBERRADAS?

Cartel del 8 de marzo del Movimiento Feminista, hacia 1980. Colección particular. | Revista Vindicación feminista, núm. 22, 1 de abril de 1978. Archivo Vindicación Feminista (AVF)

Finales de los años sesenta y principios de los setenta. La dictadura sigue en pie, pero las ráfagas de aire fresco ya están filtrándose en el ambiente irrespirable de la sociedad española. Las nuevas generaciones plantean espacios de sociabilidad impensables poco antes; ideas novedosas y deseos recónditos irrumpen por doquier; corrientes populares largo tiempo soterradas salen a la luz; las élites se recomponen. La profunda España rural se acerca a las ciudades, a la vez que el país se beneficia del boom del turismo y se produce, de forma recíproca, un cambio en la mirada de los españoles hacia el exterior.

La sexualidad sufre una conmoción. Son los años del «destape». El cine, la música, la literatura… se abren a los nuevos aires de libertad. Surgen nuevas prácticas sexuales, reales o tan solo imaginadas. Barcelona y algunos de sus habitantes se encuentran en la vanguardia de esta liberación. Allí nacen la revista Vindicación feminista y el primer bar de lesbianas en España, el Daniel’s. Innumerables voces se entrecruzan preparando la transición o, incluso, desbordándola: el feminismo español contemporáneo, con su abanico de ideas, panfletos y discusiones; la implicación de las mujeres en el movimiento obrero; las primeras reivindicaciones de homosexuales, lesbianas, transexuales y prostitutas. La política y el sexo salen en tándem al espacio público. Ese tiempo nos marca todavía hoy como herederas de esas liberadas.

Cartel de la película Aberraciones sexuales de un diputado, dirigida por Justo Pastor, 1981. Colección particular.

El «destape»

La censura es abolida del cine español en 1976. En consecuencia un aluvión de películas violentas y eróticas llegó a copar la producción nacional. A pesar de su apariencia transgresora, muchas de estas películas del «destape» fueron machistas y alertaban de los peligros que acechaban a quienes se atrevieran a realizar las fantasías eróticas que proponían. Con todo, y para hacerle justicia, sería adecuado incluir al destape español dentro de tendencias como la pornochanchada en Brasil, el cine de ficheras en México o el auge de filmes eróticos y seudoerótico-humorísticos en Italia y Alemania.